El tiempo se agota y la incorporación de Podemos a la coalición Sumar parece estancada. Todo apunta a que los que están evitando esta incorporación son el “núcleo duro” de Podemos, que coindice con sus máximos dirigentes: Pablo Iglesias, Irene Montero, Ione Belarra, y algún otro.
El primero en denunciar la razón de no llegar a un acuerdo con Sumar ha sido, nuevamente, Pablo Iglesias. En esta ocasión aludiendo a que desde la coalición se ha puesto veto a que algunos dirigentes podemitas ingresen en las listas electorales, en calara referencia no explícita a Belarra y Montero.
Parece que en la dirección de podemos no han sabido leer los resultados de las últimas elecciones autonómicas y municipales –aún no he escuchado la más mínima autocrítica. Por si acaso aún no se han dado cuenta les refrescaré algunos datos. En Madrid Podemos no ha conseguido ningún representante ni en el Ayuntamiento ni en la Comunidad, siendo Más Madrid la formación más votada dentro de las izquierdas; formación que sí se ha unido a Sumar. Otro dato, en la mayoría de los lugares donde IU y Podemos han ido por separado, IU ha conseguido más votos. Estos son solamente dos datos, hay más. Pues parece ser que para la dirección de Podemos estos detalles son nimios y no un claro aviso de que la formación morada está en franco retroceso, y que de seguir así, su fin será el mismo que el de Ciudadanos.
Ya han sido varios dirigentes territoriales de Podemos: Asturias, Extremadura, Baleares –este último durísimo en sus declaraciones- que están pidiendo por activa y por pasiva que se llegue a un acuerdo con Podemos. Llamadas a los que el señor Iglesias y su “guardia pretoriana” parecen hacer oídos sordos.
Aunque fuera cierto que algunos dirigentes de Podemos, pienso en Bellara y Montero, estuvieran siendo vetados, esto tendría su lógica política –y el señor Iglesias, profesor de Ciencias Políticas, debería saberlo, son personas totalmente amortizadas políticamente, pero además, y esto no es una simpleza en un país como España, como personas “caen mal” –incluso en gentes de izquierdas. Y este detalle en el juego político puede hacer perder muchísimos votos; el carisma y la empatía son algo muy importante, y esto no deberían olvidarlo los analistas de Podemos. En política prima una cosa que se llama pragmatismo, aténgase a él.
Si para el señor Iglesias y cia., sigue primando el ego por encima del pragmatismo político. Si lo que de verdad les importa es ocupar lugares preeminentes en las listas en lugar de coaligarse con el resto de formaciones de izquierda para evitar un gobierno PP-Vox, Podemos será la gran culpable, y que no duden sus dirigentes que esto significaría el fin del partido.
