La magia de esta antología está en la diversidad, en el mensaje de cada artista, como en una caja de Pandora que desde distintas latitudes o lugares han traído aquí su expresión, un trozo de su alma con diferentes acentos, formas de ver la vida, expresiones lingüísticas desde la palabra escrita, el poeta nos trae su grito, su desgarro o su susurro, la manera de ensalzar la belleza o el horror, al ser una antología de tema libre sin estar sometida a ninguna temática, la energía de la creación es abundante y nos da una excelente respuesta a este desafío que se vuelve sustancial, que desde nuestros países compartimos valores con una dignidad posible que se lleva en el alma y en la sangre, el pintor lo ha hecho desde sus formas, colores, trazos, texturas, desde el figurativo o el abstracto, se palpa en el conjunto variado e intenso, el cantautor lo ha hecho desde la música, la armonía, el estímulo sonoro que nos lleva al campo perceptivo, el único fotógrafo que está en el proyecto cazando el tiempo, eternizándolo en un instante, todo es ambrosia, todos cumplen a la perfección su propósito.