La Campaña electoral, que se está llevando a cabo en Madrid con vistas a las próximas elecciones del 4 de mayo, está sirviendo para descubrir, por si a alguno tenía aún dudas, de que tanto Ayuso, y sus correligionarios, como Vox no son otra cosa que simples fascistas.
Las declaraciones de Ayuso llamando a las personas que están en las «colas del hambre» subvencionados están dentro de los parámetros de la ideología fascista y/o nazi; me da igual. Si no tienen que aguantar bastante con la humillación que de por sí representa estar en una cola para pedir algo de comida que llevar a sus hogares para poder intentar sobrevivir en esta despiadada sociedad; ahora se añade la humillación de tener que verse señalados por una individua que pretende ser la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Una individua que no sabe lo que significan las palabras solidaridad, o humanidad. Una individua a la que solamente le interesan los que, como ella, pertenecen a la casta que vive gracias a la explotación de los seres humanos. Una individua que es la genuina representante de aquellos que no tienen un mínimo de dignidad; dignidad que les sobra a todas las personas que, por avatares de la vida, y por lo depredador e injusto que es el capitalismo. Unas personas a las que les sobra la decencia que a usted le falta.
Por otro lado hemos tenido que contemplar, con asco en mi caso, un cartel anunciador de Vox; un cartel, que además de mentir con las cifras que da – el fascismo solo avanza con la mentira- tiene una carga de racismo solamente comparable al que inundaba las filas del nazismo hitleriano o el fascismo.
Estimados lectores, ya no vale pensar que las próximas elecciones a celebrar en Madrid, son unos comicios más para elegir un determinado gobierno; son un comicio para ver si permitimos que una banda de fascistas gobierne. Por este motivo, si eres, al menos, una persona mínimamente decente no puedes votar a estas formaciones. Y si te autoconsideras una persona de izquierdas haz el favor de no quedarte en tu casa, mirándote el ombligo y haciendo reflexiones «filosóficas» sobre el no votar; porque si lo haces eres cómplice del PP y Vox. Así que el día 4, «mueve el culo» y ves a votar contra el fascismo; de lo contrario no tengas la poca vergüenza de decir que eres de izquierdas.