Albornoz: Del árabe burnús, que es el nombre del capuchón o pañuelo que se ajusta en la cabeza con un aro. La palabra árabe viene del griego birros, que significa manta con capucha. Todos sabemos la acepción que le damos hoy en España: la prenda de vestir que nos calienta tras una reconfortante ducha.
Alboronía: Esta hermosa palabra proviene del árabe al-buraniyya, que significa cierto manjar. Curiosamente la palabra provenía de la bella Burán, esposa del califa al-Mamún. Se trata de un guiso de berenjenas, tomates, calabazas, pimientos, sazonados con pimentón. Es el antecedente de los típicos pistos. La palabra es muy usada en Extremadura.
Alboroque: Del andalusí alborók, que proviene del árabe clásico arbun. Se trata del agasajo que hacen el comprador, o vendedor, o ambos, a quienes intervienen en una venta. Podría decirse que es una comisión. También define al regalo que se hace por cualquier motivo de alegría.
Alborozo: Del árabe buruz, daba nombre a la parada militar previa al inicio de una expedición. Hoy en día describe un momento de alegría, de regocijo. Como el que yo siento al compartir estas palabras con vosotros.
Albotín: Del árabe butom. Nombra a un arbolillo de la familia de las anacardiáceas. Llega a alcanzar los seis metros de altura. Sus hojas son compuestas, de forma oval, conflores en racimos laterales y frutos en drupas pequeñas. Su corteza exuda trementina. También es conocida como terebinto.
Albricias: Del árabe busra. Es el regalo que se da por alguna buena nueva a quién trae la noticia primero.
Albudeca: Del andalusí albattiha, que a su vez proviene del árabe clásico bittahah. Sirve para definir a una sandía de mala calidad.
Albufera: Del andalusí albuhayra, que proviene del árabe clásico buhayrah. Es una laguna que se forma en el litoral, en costa baja; separada del mar por una lengua de arena. En España tenemos dos ejemplos muy conocidos, la de Valencia ( en la imagen) y la de Alcudia.
Albur: Del andalusí albúri, que viene del árabe clásico buri, que a su vez proviene del egipcio copto bore. En España significa azar al que se fia el resultado de alguna acción. Muy distinto es su significado en algunos países latinoamericanos: en México describe una aventura amorosa, en Puerto Rico y Honduras, es una mentira o rumor.