Antonia Torre Yela se salvó unos meses antes de ser asesinada por el franquismo por un error de mecanografía.
Antonia Torre Yela fue una joven obrera madrileña, afiliada a las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Es considera la 14ª rosa asesinada por el franquismo. Yela se sumó a la resistencia clandestina tras la Guerra Civil Española. Nació en 1922 en el barrio obrero de Tetuán (Chamartín de la Rosa) y trabajaba en una fábrica de sobres.
Antonia fue detenida por los fascistas el 3 de junio de 1939 junto a Luisa Rodríguez de la Fuente (una de las Trece Rosas), y fue encarcelada en la cárcel de Ventas, donde sufrió torturas y fue juzgada por “complicidad en el trabajo clandestino de la JSU”.
Originalmente fue condenada junto a las Trece Rosas y fue previsto su asesinato por los sublevados el 5 de agosto de 1939. Sin embargo, debido a un error de mecanografía —la orden decía “Antonio” en lugar de “Antonia”— se salvó de ser fusilada junto con a las 13 rosas.
Su vida se prolongó hasta el 19 de febrero de 1940, cuando finalmente fue asesinada junto a las hermanas Concepción y Fernanda Casado Malpica en las tapias del Cementerio del Este de Madrid (La Almudena).
Por este motivo, Antonia, es conocida como la “Rosa número catorce”, ya que se le añadió simbólicamente a las Trece Rosas
Antonia Torre Yela representa la memoria de las mujeres represaliadas por el franquismo. Su historia destaca por el error burocrático que la «salvó» unos meses, antes de ser definitivamente asesinada. Antonia fue perseguida con la misma violencia y crudeza que al resto de los militantes de la JSU. Es recordada en homenajes a las Trece (Catorce) Rosas, y su figura está presente en análisis históricos, libros y memoriales por la lucha contra el fascismo.