Un reflejo sin foco

Poema para Gaza

Un reflejo sin foco,
eso soy
ahora,
en este día.

Se apaga la luz de mi rostro
mientras miro el genocidio
en marcha,
que acumula revoltijos
de manos, brazos, nalgas,
troncos retorcidos,
pensamientos,
pies grandes y pequeños,
diminutos incluso,
restos
de cabezas
con sus cabellos
y sus bocas sucias de polvo,
rebozadas en cascotes.

Eran seres vivos
con su luz,
que rieron un día,
bañados por el sol
y la brisa de un mar tibio.
Eran seres vivos,
que tal vez lloraron
el desamor.
Eran seres vivos,
con sueños, anhelos
y esperanzas.
Eran personas
como lo somos tú y yo,
como lo somos todas,
con vidas bonitas,
feas o mediocres,
pero vidas al fin,
y ya no son, no son más.

Miro y veo
la muerte fría,
la muerte caliente,
regodeándose
en fracciones de cuerpos.

Miro y veo
mujeres rotas,
ojos viejos de niños,
gastados ya de tanta hambre
y tanta muerte,
caras espantadas
de seres partidos en dos–
por la acción bestia de bombas
con el sello de una estrella
azul cielo
sobre un blanco puro...
un blanco puro,
¿existe la pureza
ante la usura de la muerte?

La humanidad
se descompone
ante la masacre de Gaza...
naufraga,
se ahoga en sangre palestina
en este genocidio televisado.

Mirar y mirar
y gritar al viento.

Mirar y mirar,
hasta desgastar la vista
y romperla,
eso hacemos,
¡¡eso hago!!

Mirar y unir todas las manos,
las voces,
todos los cuerpos
con fuerza hasta parar esto.

Miro y ya no veo
no soy capaz de ver,
no soy capaz de verme.
Soy un reflejo sin foco.
Un rostro difuso.
Una voluntad
atravesada por un rayo,
con una herida triste,
que se pregunta por qué.

Y no haya respuesta.

No hay respuesta
que explique
la usura de la muerte.
No hay respuesta
que explique
la rapiña,
la maldad tremenda y obtusa
de hombres absolutos.

No hay respuesta
que explique
la inacción cobarde
de aquellos que pueden
y no hacen.

No hay respuesta
que explique
que es la muerte
y el asesinato vil de miles de seres
lo que cotiza alto
en los mercados.
Cotizan al alza manos mutiladas,
piernas sin sus pies,
cabezas rotas,
pensamientos negados para siempre,
vidas segadas,
arrancadas de sus lechos,
de sus casas,
de su tierra,
de las manos de sus seres queridos.
Solo queda
la voluntad de vida
de tantos seres que gritan,
luchan, se oponen,
unen sus cuerpos
desde todos los ríos
hasta todos los mares
de este mundo
para exigir paz y pan,
paz y tierra,
paz y libertad,
paz y vida para Palestina.

Me uno en la palabra
y en la acción
a todos esos seres
para poder verme,
para poder ver
mi rostro nítido
ante el espejo
y saber que estoy viva,
que estoy cuerda,
que mis ojos ven y enfocan,
que mi cuerpo lucha
y mi garganta grita,
grita descollada
para hacerse oír,
unida a miles de voces
que se alzan firmes
para oponer humanidad
y parar así
esta guerra de exterminio atroz.

#AccionesYa
#paz
#palestina
#Genocidio
#DesdeElRíoHastaElMar

Carmen Barrios Corredera, escritora y fotoperiodista.

Carmen Barrios Corredera
Carmen Barrios Corredera
Comenzó en Mundo Obrero en los 80, de allí saltó de medio en medio, de gabinetes de comunicación a revistas y viceversa, hasta que llegó a la revista Temas. Ha recibido varios premios de literatura y de fotografía, y realizado diversas exposiciones de fotografía en la Fundación Antonio Gala de Córdoba y el Ateneo de Madrid, entre otros lugares. Ha publicado libros de poemas y fotografías con el epígrafe Espacios Comunes. Ha dirigido el documental "Por mí y por todas mis compañeras, mujeres en lucha", que ganó la II edición de las becas Residencia Artística UNED. Es autora del libro de relatos "De palabras como lenguas en tu boca" (2019), pero si algo la ha colocado en la primera plana de la narrativa es sin duda su saga de «Rojas»: "Rojas. Relatos de mujeres luchadoras" (2016), "Rojas, violetas y espartanas" (2018) y "Rojas y trabajadoras" (2021).

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