A por ellos ooeee (versión sanitaria)

Hace ya unas décadas la primera ministra Margaret Thacher echó un pulso a los mineros del norte de Inglaterra. El plan estaba claro, ante la facilidad de importar carbón más barato era el momento perfecto para destruir uno de los últimos vestigios del sindicalismo fuerte que representaban los mineros. Se cerraron las minas sin dar ninguna opción industrial de futuro en lo que en su momento fuera el cinturón «rojo» británico.

El plan no era abaratar los recursos energéticos o contaminar menos, sino desmantelar el último muro que se negaba a entrar en la «revolución liberal-conservadora» que representaban ella y el presidente estadounidense Ronald Reagan. El norte de Inglaterra entró en una decadencia de paro y pobreza de las clases trabajadoras, los sindicatos dejaron de tener influencia (ya no había trabajadores industriales) . Todo esto   se puede ver claramente en las películas de Ken Loach.

Hace cinco años, ante el problema político en Cataluña, el gobierno del PP decidió que para «solucionar» el problema lo mejor era mandar a las FSE para que diera palos a la gente que llevaba una papeleta para introducir en un cubo de plástico. Lo peor no fue eso, lo peor fue ver a cientos de nacionalistas españoles alentar la salida de los convoyes hacia Cataluña con el famoso lema futbolístico del «a por ellos oooeee».

Estas dos formas de hacer y pensar son las que ha absorbido la innombrable presidenta actual de la Comunidad de Madrid.

Su plan es el siguiente: destrozar la Atención Primaria y Especialidades para que la gente, desesperada, haga caso a los cientos de anuncios que inundan teles y radios para que te hagas un súper seguro privado de salud, que te salvará la vida por 40 € al mes. Gente ingenua que no sabe que su seguro vale para poco más que quitarse un grano en el culo o ponerte una venda, el resto tendrás copago, aunque esté en letra muy pequeña. Parcialmente los hospitales madrileños no están tan mal (comparados con otros) por otra sencilla razón, a la sanidad privada no le salen rentable las grandes operaciones (cáncer, trasplantes, etc…), puesto que por mucho que quieran saben que tanto dinero no nos pueden robar.

Y en esa estamos, la primera parte ya se está haciendo, destrozar la sanidad pública y a los sindicatos sanitarios que les retan. Y la segunda ya se está empezando a labrar, que la gente (parte) odie a esos sanitarios que solo les ponen pegas a su sistema. No sería de extrañar que en poco tiempo les lanzaran las hordas policiales alentados por esa mísera parte de la sociedad que apoya o mira a otro lado ante este atropello a la sanidad más justa y que más barata sale a la sociedad.

Ver todo esto contra los sanitarios que lo dieron todo en la pandemia, que lo dan todo sin mirar el tamaño de nuestro bolsillo, es algo que es muy duro de aceptar. Sinceramente, esta parte de la sociedad que vota este ataque al estado de bienestar se merecerían que tuvieran que vender su casa o endeudarse hasta que lo pagaran sus nietos, para que vieran lo que nos han robado a todos.

No hace falta contar las consecuencias de que solo tengan sanidad de calidad los que tienen dinero, lo podemos ver en EE.UU., y eso es lo que vendrá si no lo paramos a tiempo. Sinceramente creo que hay que señalar a todos ellos las consecuencias de su actitud, y por lo menos que cuando les pase podamos decir que él se lo buscó.

Francisco Javier García Martínez
Francisco Javier García Martínezhttps://asambleadigital.es
Licenciado en Historia. Técnico superior en electromedicina. Activista, defensor de los DDHH y la justicia social

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