Que son nazis, joder


Seguimos atónitos ante el desparpajo y desinhibición de lo que suavemente se dice “bloque conservador”, o, dicho de otra manera, la reunificación de la derecha franquista tradicional en busca del poder perdido. Solo con ver y oír los discursos de sus representantes políticos parece que nos trasladamos en una máquina del tiempo a mediados del siglo XX, por no decir que intelectualmente esta España de la pandereta se podría definir como pre-Ilustración (si leyeran a Jovellanos les parecería un bolivariano de libro).

Pero es algo que no debería sorprendernos, lo hemos visto en otros países y aquí es muy factible que pase según encuestas y movilización de este sector cavernícola con móviles. El nivel de agresividad en redes sociales, políticos de derechas y de una supuesta “prensa” conservadora han creado un ambiente irrespirable que va a tener una difícil solución pacífica.

Estos energúmenos han conseguido que más del 10% de los jóvenes crean que la violencia de género es un invento ideológico de la izquierda, como si esto fuera de izquierdas y derechas. Y así quieren que continúe, negando con la excusa del “adoctrinamiento” la educación en valores igualitarios y sexo afectiva a una juventud que posiblemente salga la más machista en décadas. Está claro que cuantos más machistas más votos en el futuro para ellos.

Es un estrato de población que ya no quiere escuchar nada más que otra cosa que los mensajes de odio que ya están totalmente interiorizados, y que crean que vale todo para echar a los “rojos”. Esto ya pasó en 1936, deslegitimar la democracia cuando no les sirve para sus objetivos. Simplemente han cambiado el odio al judío por el odio al extranjero o a niños magrebíes abandonados, pero el resto es exactamente igual: impedir una democracia plena, social y progresista que acabe con el patriarcado y que haga digna la vida de las personas.

Es precisamente el feminismo el que está sufriendo más este odio, el machismo estructural no soporta que la mujer tome posesión de lo que le corresponde en un plano total de igualdad. La derecha necesita mujeres sometidas al igual que obreros limpiabotas.

Las mujeres ya han hecho su trabajo, y muy bien, organizándose, empoderándose y dirigiendo su futuro sin tutelas, pero faltamos los hombres comprometidos. Y precisamente los hombres progresistas somos los que debemos tomar la iniciativa contra la masculinidad tóxica. Frente a los hombres machistas y nazis que nos encontramos en nuestros entornos cercanos no hay que dejarles ni un centímetro de margen sin rebatirles y contestarles en público, para que se retraten como lo que son: los que perpetúan la violencia contra las mujeres.

Como en anteriores artículos insisto en que esta lucha va a ser dura y larga, con consecuencias impredecibles, y que nos obliga a estar preparados para todo si no conseguimos movilizar a la mayoría de la gente, porque no sé si os habéis dado cuenta, pero nos enfrentamos a LOS PUTOS NAZIS.

Francisco Javier García Martínez
Francisco Javier García Martínezhttps://asambleadigital.es
Licenciado en Historia. Técnico superior en electromedicina. Activista, defensor de los DDHH y la justicia social

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