Título original: Las cartas perdidas
Año: 2021
Duración: 75 min.
País: España
Dirección: Amparo Climent
Guion: Amparo Climent
Música: Gloria Vega
Fotografía: Pablo D. Solas
Reparto: Documental, Intervenciones de: Alba Flores, Luisa Gavasa, Marisa Paredes, Nora Navas, África de la Cruz, Resu Morales, Karmele Aranburu, Gloria Vega, Ana Gracia, Chupi Llorente, Ana Labordeta, Miriam Tejedor
Compañías: Mitad & Mitad Producciones, Filmakers Monkeys
Género: Documental. Drama | Guerra Civil Española
Las cartas perdidas es un documental ficcionado escrito y dirigido por Amparo Climent sobre la guerra -contra la legalidad democrática republicana, causada por el golpe de Estado de los militares facciosos- la represión y el exilio de las mujeres republicanas españolas.
Esta pieza cinematográfica ha sido estrenada en un momento excelente, justo cuando se acaba de aprobar la Ley de Memoria Democrática, herramienta legal que ayuda a restablecer dignidades y reparaciones necesarias, además de servir de vehículo para recuperar la historia reciente de nuestro país para que se puedan leer y comprender todas sus páginas, por dolorosas que sean. Es necesario que se conozca lo que sucedió, que salgan a la luz pública los crímenes sistemáticos cometidos por los golpistas para reprimir y extirpar hasta la raíz la mala hierba roja en España -según declaraciones del propio Franco a un corresponsal ingles durante la guerra-, que se sepa lo que el franquismo significó como mordaza perpetua de un pueblo, como empobrecimiento y miseria general -tanto física y económica como educativa y cultural-, como latrocinio y apropiaciones ilegales de bienes de los republicanos depurados, reprimidos, asesinados, como perversión de la historia mantenida en el tiempo con un relato falaz, adaptado a las necesidades de los golpistas para consolidar privilegios, y como anulación de la legalidad democrática republicana para instalar un régimen dictatorial asesino de los más feroces del mundo, que duró cuarenta años y que no dejó de firmar sentencias de muerte prácticamente hasta el propio final del dictador.
La película entra de lleno en esa necesaria recuperación de la memoria, y lo hace centrándose en recuperar lo más silenciado, la voz de mujeres que fueron masacradas por la violencia fascista durante el golpe de Estado, la posterior guerra y la dilatada postguerra y el exilio, a través de sus cartas. Las misivas dan fe de la doble represión -política y de género- desatada contra las mujeres españolas que se atrevieron a ser libres, a ser ellas, a pensar por su cuenta, o simplemente a ejercer los derechos que la II República española escribió también para ellas en la letra de su Constitución.
En un impagable ejercicio de memoria democrática, fabulosas actrices -como Julieta Serrano, Alba Flores, Marisa Paredes, Tina Sáinz o Luisa Gavasa, entre otras- interpretan a mujeres que cuentan su historia a través de las cartas que enviaron y los escenarios elegidos son los lugares donde sucedieron los hechos narrados en ellas.
El documental recorre así lugares de memoria, que comienza con la barbarie de la Desbandá, el bombardeo a miles de civiles, mujeres, ancianos y niños en su mayoría, que huían hacia Almería del asedio de los fascistas a la ciudad de Granada; continúa con escalofriantes testimonios previos a fusilamientos sumarios en cárceles y cementerios -como el de la Almudena en Madrid, donde fueron fusiladas las 13 Rosas rojas- y relatos del terror aplicado a las mujeres republicanas en plazas públicas, con las palizas, rapados, escarnios con aceite de ricino, violaciones, vejaciones y violencias varias; y termina con testimonios del exilio en México y en los campos de concentración improvisados sin humanidad por el Gobierno francés en las playas del sur del país, que se convirtieron en auténticos morideros al final de la contienda, cuando miles de refugiados cruzaban la frontera para encontrar asilo en Francia.
El documental dramatizado de Climent no deja resquicio ninguno ni complacencia en el relato, recordando a los y las espectadoras momentos depravados de la barbarie fascista que nunca debemos olvidar, como la alocución radiofónica en los micrófonos de Radio Sevilla del asesino general Queipo de Llano animando a violaciones múltiples a las mujeres republicanas que huían durante la Desbandá: «estas comunistas y anarquistas predican el amor libre, ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no maricones. Por mucho que pataleen no se van a librar«.
Además de todo el significado de recuperación de memoria histórica imprescindible que hace Climent, esta película debe verse también con la mirada del arte, que sabe apreciar la pieza artística cinematográfica que es, por la gran factura en la dirección, en la realización, el montaje y la música -de forma especial- que es evocadora de una época y con canciones interpretadas con mucha sensibilidad por artistas actuales, que han hecho una lectura histórica de canciones populares del momento.
En resumen, hay que ir a ver la película de Amparo Climent, porque es una pieza resuelta con sensibilidad artística y gran rigor histórico, que recorre todos los rincones y espacios de la Memoria con necesaria visión de género, dejando patente a golpe de imágenes, documentos y testimonios que las mujeres republicanas españolas sufrieron una doble represión, la política y la de género.
Esta película hay que verla justo ahora que los comandos del orden negro vuelven a mostrar sus rostros y sus ansias depredadoras desde las tribunas de medios de comunicación falaces, en una España atomizada por las crisis del capitalismo, que traen pobreza y desigualdades como en los años 30 del siglo pasado. El documental de Climent es una alerta, invita a que las fuerzas de las izquierdas y del progreso sumen y tejan las alianzas necesarias para impedir el paso a los nuevos fascistas que aporrean las puertas de nuestra democracia para derribarla. No podemos permitir que los descendientes de los fascistas que nos silenciaron obtengan una nueva oportunidad.
Carmen Barrios Corredera, escritora y fotoperiodista.