Masacre en la valla de Melilla

Ya tenemos la primera consecuencia del acuerdo firmado por el presidente del gobierno Pedro Sánchez con Marruecos. La ignominiosa venta final del pueblo saharaui a cambio de que las autoridades marroquíes se tomarán “más en serio” la represión contra los subsaharianos que intentan franquear la verja de Melilla, le ha costado la vida a 27 personas.

Pedro Sánchez no tuvo el más mínimo reparo en pactar con un país en donde los derechos humanos son continuamente pisoteados, donde funciona una dictadura pura y dura. Todo en pro de que los inmigrantes “ilegales” continúen muriendo en sus países de origen, bien por el hambre, por las enfermedades, o víctimas de las constantes guerras, como es el caso de Sudán de donde procedían la mayoría de los muertos al pie de la valla.


Porque hay que tener clara una cosa, estas personas que intentan huir de una vida de horror en sus países, no son rubios y con los ojos azules, como los ucranianos por ejemplo, sino que son negros. Está claro que a estas “manadas” de negros no se les puede dejar entrar en la idílica Europa no vaya a ser que nos contagien algo.


Para mayor vergüenza el presidente Sánchez ha tenido el cinismo de alabar la intervención de la policía marroquí, añadiendo que han actuado en perfecta armonía con las fuerzas del orden españolas. Quizás para el señor Sánchez hubiera sido más ejemplar aún si en lugar de 27 hubieran muerto 127 o 1.027, o no sé cuántos. Exculpa el señor Sánchez a las autoridades marroquíes y le achaca toda la culpabilidad a las mafias; en el mejor estilo discursivo de Vox o el PP.


Desde estas páginas pido con todo a mi corazón a los miembros de Unidas Podemos que no tarden ni un minuto en abandonar un gobierno que está presidido por tan ignominioso personaje.

José Luis Garrot Garrot
José Luis Garrot Garrothttps://asambleadigital.es
Historiador y arabista. Profesor de la UCM

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