Aletría: Proviene del andalusí alatriyya, y del árabe clásico itriyah (especie de fideo). En el dialecto murciano se utiliza para dar nombre a un guiso que suele hacerse a base de aletrías, costillejas y verduras.
Aleya: Del andalusí aláya, que a su vez proviene del árabe clásico al’ayah. La aleya es un versículo del Corán.
Alfaguara: Del andalusí alfawwára, que proviene del árabe clásico fawwarah (surtidor). Define a un manantial que surge con cierta violencia.
Alfahar: Del andalusí alfahhár, que proviene del árabe clásico fahhar, que significa; cerámica o alfarería.
Alfajeme: Del andalusí alhaggám, que deriva del árabe clásico haggam. Alfajeme es la persona que lleva a cabo un antiguo oficio, el de barbero; es decir el que tenía como trabajo afeitar las barbas.
Alfalfa: Del andalusí alfásfar, que proviene del árabe clásico alhaggám, que a su vez deriva del pelvi aspast. Es un arbusto siempre verde, de la familia de las papilonáceas; tiene hojas dentadas de color amarillo. Se suele utilizar para dar de comer al ganado.
Alfaneque: Del árabe hanaki, que significa negro. El alfaneque es una especie de halcón, de color blanquecino con pintas pardas y tarsos amarillos. Suele utilizarse en cetrería.
Alfanje: Del andalusí alhángar, que deriva del árabe clásico hangar. Es la espada utiliza normalmente en el mundo árabe. Se trata de un sable corto y corvo, con filo en solamente un lado, excepto en la punta donde está afilado por ambos lados.