La represión que se está llevando a cabo contra los trabajadores gaditanos me recuerda a la que recibíamos los trabajadores durante el franquismo. El gobierno en general, y su ministro del Interior en particular, parecen no tener reparo en utilizar todos los medios represivos a su alcance para ir contra unos trabajadores que lo único que están haciendo es defender un trabajo en unas condiciones mínimamente dignas.
Pelotas de goma, botes de humo, y hasta una tanqueta son los medios que está utilizando una policía, que no olvidemos está bajo las órdenes de Grande Marlaska, un individuo más de derechas que la virgen del Pilar, y que nunca he entendido como un gobierno que se autodenomina progresista le puede dar una cartera ministerial.
Estos mismos policías son los que han creado un sindicato de claros tintes fascistas, y que han convocado una manifestación contra la reforma de la ley mordaza, apoyados, cómo no, por Vox y el PP, porque no quieren ser grabados mientras ellos apalizan a un manifestante. Estos mismos policías que no hacen absolutamente nada en las manifestaciones fascistas, como la llevada a cabo en el madrileño barrio de Chueca.
Lo que más me irrita es que la supuesta ala izquierda del Gobierno, es decir los miembros de UP, no digan ni pío, exceptuando a Yolanda Díaz, con una protesta tibia; cuando lo que debía de hacer, como ministra de Trabajo, es plantearles a los socialistas que, o dejan la salvaje actuación en Cádiz, o presenta la dimisión. Si hiciera esto sí se estaría posicionando con los trabajadores, como ha hecho el alcalde de Cádiz José María González «Kichi»; todo lo que no sea eso es lanzar globos al aire.
Sigo sin entender por qué UP continúa en el Gobierno, algo con lo que nunca estuve de acuerdo, teniéndose que tragar actuaciones policiales como la de Cádiz, el vergonzoso nombramiento de Enrique Arnaldo como magistrado del Tribunal Constitucional, o ver como a la pretendida derogación de la reforma laboral del PP, cada vez le pongan más trabas los ministros socialistas. Profetizo que esta derogación va a ser un mero lavado de cara; y a seguir tragando.
Y por favor que no me vengan diciendo que gracias a estar en el Gobierno se han hecho políticas de izquierdas; porque lo mismo se podía lograr desde la oposición, obligándoles a actuar así a cambio de apoyar al Gobierno con sus votos.