El pasado 12/04/2021, el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), compareció ante el senado, para exponer una serie de presiones que están sufriendo por parte de los inversores de la multinacional Berkeley, la exposición podría resumirse así:
El CSN lleva estudiando un proyecto de la empresa australiana Berkeley para la explotación de mina abierta en El Retortillo, en Salamanca. El vaciado resultado de la explotación minera servirá para almacenar residuos radiactivos. El proyecto incluye la construcción de una planta de fabricación de procesados de concentrados de uranio. El proyecto es bastante novedoso en España y, por lo tanto más difícil de evaluar dentro del ámbito de seguridad nuclear.
Los inversores se quejan de que la resolución de la evaluación en cuanto a seguridad del proyecto, que está realizando el Consejo, se ha retrasado dos años de la estimada que el Consejo dio a Berkeley. Esto ha ocurrido, entre otras cosas (según el presidente del CSN) por la complejidad del proyecto y porque las peticiones del Consejo de cierta información a la multinacional, no han sido debidamente atendidas.
Los accionistas han escrito, de forma simultánea, una serie de cartas al Consejo de Seguridad Nuclear para presionarlos a que entreguen el informe YA. Estas cartas incluyen amenazas de demandas millonarias a España. En alguna de las cartas amenazan con demandas «(…)de no pronunciarse el CSN con carácter inmediato y (…) en cualquier caso previamente a la aprobación de la Ley de Cambio Climático». Además las cartas tienen afirmaciones como que «la enmienda a la Ley de Cambio Climático y Transición Energética es manifiestamente ilegal, y que atenta gravemente contra los intereses de la minería de uranio en general y de los proyectos de Berkeley en particular”.
En alguna de las cartas amenazan con demandas «(…)de no pronunciarse el CSN con carácter inmediato y (…) en cualquier caso previamente a la aprobación de la Ley de Cambio Climático»
Creo que está claro que no es casual que coordinen sus quejas coincidiendo con la tramitación de Ley de Cambio Climático, al igual que los nervios y premura de los accionistas. Éstos dejan patente que saben que su inversión se verá amenazada por dicha ley, y esto me lleva a pensar que son plenamente conscientes de que este proyecto es una agresión contra el medio ambiente y que no tiene cabida en un futuro que camine hacia un mundo mas limpio y sostenible. Luego creo que se puede desconfiar, sin temor a equivocarse, tanto de la multinacional, como del proyecto, y por afinidad, del grupete de inversores en cuestión.
Recordemos que estas amenazas las pueden realizar porque los inversores de multinacionales disponen de herramientas diseñadas Ad Hoc para poder demandar a los países si sus expectativas de beneficio económico se ve dañado. Son los tribunales de arbitraje y resolución de controversia inversor/estado (ISDS), las demandas a través de estos tribunales son unidireccionales (solo pueden demandar los inversores a los países, pero no a la inversa), son tribunales de ámbito supranacional y las resoluciones son inapelables ante la justicia de nuestro país.
… cuando al pirómano le damos cerillas, no esperemos que haga nada bueno con ellas…
Aconsejo ver la comparecencia, es muy reveladora en cuanto a las formas y maneras de lobby mafiosos, usados por algunos grandes inversores y empresas multinacionales.
