Un terremoto político con epicentro en Murcia parece haber invadido a la derecha y, por ende, a toda la política española. La moción de censura presentada contra el gobierno del PP en la Comunidad de Murcia, por Ciudadanos y el PSOE ha desatado un cúmulo de reacciones que aún está por saber que alcance tendrá.
La primera réplica se ha dado en la Comunidad de Madrid, donde la presidenta Ayuso ha decidido convocar elecciones anticipadas, alegando que se estaba anticipando a una, según ella, y sin pruebas que lo demuestren, moción de censura que estaban preparando Cd’s y PSOE. Quiero recordar que cuando se convocaron las elecciones catalanas todos los voceros del PP no se cansaron de repetir que no se debían convocar elecciones en tiempo de pandemia.
Ayuso ha decidido unilateralmente romper su alianza con Cd’s ante el enfado del partido naranja, manifestado de forma muy gráfica por el hasta ahora vicepresidente Aguado, que la ha llamado de todo menos bonita. Habría que recordarle al señor Aguado que el PP gobierna en la comunidad madrileña gracias a su apoyo y al de los neofascistas de Vox. Habría que recordarle que quién pacta con el diablo se expone a un tremendo riesgo.
Había motivos de sobra para que, si Cd’s hubiera tenido algo de decencia haber presentado una moción de censura a Ayuso; una individua que, independientemente de su ramalazo fascistoide, es, básicamente, una mala persona. Una persona a la que le importan un pimiento los madrileños, su salud, su educación, su economía –por mucho que ella diga lo contrario-.
La presidenta de la Comunidad de Madrid puede ser tachada de «mala gente», «enferma mental», y muchas cosas más; pero no de idiota. Esta marioneta de José María Aznar y Esperanza Aguirre, es una individua que tiene como único objetivo ostentar el poder, cueste lo que cueste y padezcan los ciudadanos lo que tengan que padecer.
Me revuelve el estómago que la, que parece ser, frase central de la campaña sea «libertad o socialismo»; y me revuelve el estómago cuando escucho esa hermosa palabra en la boca de personas que no tienen ni idea de lo que eso significa. Y lo peor es que hay mucha gente que se lo cree.
Y ese es mi gran temor, que las madrileñas y madrileños vuelvan a dar una muestra de analfabetismo político, por no decir una palabra más gruesa, y el PP, esta vez contando solamente con la ayuda del fascismo de Vox, vuelva a gobernar la Comunidad de Madrid. Por esta razón el día de las elecciones todas las personas que se consideren decentes deben ir a las urnas y con su voto impedir que la representante de la más deleznable derecha europea vuelva a hacerse con el poder. En nuestras manos está que esa pesadilla llamada Isabel Díaz Ayuso desaparezca de nuestras vidas.
El peligro es muy real; Cd’s va a desaparecer del panorama político madrileño, como ha ocurrido en Cataluña, y sus votos se irán mayoritariamente al PP y a Vox –menos al PSOE-, por eso, insisto, hay que ir a por ellos; hay que hacer que en Madrid podamos volver a sentirnos orgullosos enarbolando la bandera del NO PASARÁN.
