Estamos asistiendo a una toma de las calles y de los balcones por parte de los neofranquistas. Comenzó con las manifestaciones en los barrios más emblemáticos de la extrema derecha española –no utilizo el término derecha porque en España solamente existe la extrema derecha, es el único país en el que se admite que una persona diga que es demócrata sin declararse antes antifascista-.
Estas manifestaciones continúan realizándose, por el poco coraje de que está haciendo gala el Gobierno para pararlas –estando Marlaska al frente del ministerio del Interior, tampoco es muy de extrañar-, dando órdenes que se disuelvan con contundencia y apartando de las fuerzas de seguridad a aquellos elementos que están demostrando que están más con los manifestantes ultraderechistas que con el conjunto de la población. Digo lo anterior porque aún estoy esperando que algún portavoz del Gobierno diga que se ha iniciado una investigación a los policías que iban saludando desde el coche patrulla a los neofranquistas que se estaban manifestando en Aravaca: https://www.youtube.com/watch?v=hZYkBGGhCwA
Ahora también están tomando los balcones, llevando a cabo una cacerolada contra el Gobierno todos los días a las nueve de la noche. De momento, que yo sepa, solamente en el barrio madrileño de Vallecas se les ha plantado cara echando de sus calles a los manifestantes secuaces de Díaz Ayuso. Por cierto, en Vallecas se han puesto muchísimas más sanciones por saltarse el estado de alarma que en barrio de Salamanca, y en Vallecas no ha habido manifestaciones.
Ante esta ofensiva de las fuerzas más retrógradas de la sociedad española, deberíamos, no solamente las personas que nos consideremos de izquierdas, sino toda persona que tenga un mínimo de decencia, contraatacar a estas hordas de nazis, parásitos, y gentuza en general haciendo ver que somos más que ellos y que ni nos quitaran las calles ni los balcones. Pido desde este modesto artículo –escrito con el corazón y las vísceras- que PSOE, Podemos, Más Madrid, y otros partidos y organizaciones progresistas hagan un llamamiento para movilizar a las gentes –no haciendo como ellos poniendo en peligro la salud pública- de alguna manera que acalle sus graznidos.
Y al Gobierno le pediría que dejara ya de una vez los paños calientes, sobre todo Pedro Sánchez, que ya empalaga con sus discursitos de «venga no seáis malos y colaborar», y contraataque, empezando por llamarles por lo que son.