Bong Joon-ho, desde el sur del paralelo 38

A pesar de que el nombre de Bong Joon-ho puede resultar desconocido para buena parte del público, el último ganador del Óscar a Mejor director por Parásitos tiene ya una dilatada filmografía. Repasemos pues las obras de este director de cine nacido en Corea del Sur en el año 1969.

Perro ladrador, poco mordedor (2000): La ópera prima de Bong es seguramente su película menos conocida. Protagonizada por Doona Bae (aquellos que disfrutaron con la serie de Netflix Sense8 la recordarán), narra la historia de un joven académico que, harto de los ladridos de un perro, urde un plan para tratar de deshacerse de él. Se trata de una comedia llena de humor negro que tuvo como lugar de estreno el Festival de San Sebastián.

Perro ladrador, poco mordedor (2000)

Memories of Murder (2003): Esta fue sin duda la primera película con la que Bong llamó la atención del público internacional. Basada en hechos reales, narra la historia de dos policías muy diferentes, uno de ciudad y otro de pueblo, tratando de descubrir a un asesino en serie en la Corea rural de los años 80. El ambiente opresivo de la cinta se hace más evidente con la humedad, la lluvia y la violencia constantes. Esta sería la primera de las películas de Bong protagonizada por Song Kang-ho, su actor fetiche a quien también hemos visto en Parásitos como el padre de la familia protagonista. Además, Bong volvería a San Sebastián, llevándose esta vez la Concha de Plata a mejor director.

Memories of Murder (2003)

The Host (2006): Tras el éxito internacional de Memories of Murder, Bong cambiaría totalmente de registro, dirigiendo esta vez un drama que mezcla varios géneros, incluyendo el fantástico. Si bien la película comienza con un gigantesco monstruo que sale del río para devorar y masacrar a los pobres paseantes que acuden a disfrutar del paisaje, la cinta pronto se convertirá en un drama familiar centrado en la búsqueda de la hija del protagonista, quien se cree que puede haber sido capturada por el monstruo. A pesar de que cuenta con un inicio de ritmo espectacular, el cambio de historia y la mezcla de géneros no acaban de funcionar. Bong volvió a contar aquí con Song Kang-ho y Doona Bae. Y una curiosidad: dado que en este caso serán los americanos los responsables de la creación del monstruo, el gobierno de Corea del Norte no tuvo problema en autorizar el estreno de esta película en el país, una consideración poco habitual con su vecina del Sur.

The Host (2006)

Mother (2009): Bong vuelve a utilizar el crimen como punto de partida de un drama familiar. En este caso nos narra la historia de una mujer que hará lo posible para defender la inocencia de su hijo, que tiene deficiencia intelectual, en la acusación del asesinato de una chica. Se trata de una historia dura en la que Bong vuelve a tratar las relaciones paternofiliales como ya hiciera en The Host, pero esta vez de forma más realista y cruda. Tanto su actriz principal, Kim Hye-ja, como la propia película, ganaron numerosos premios en aquellos festivales donde se presentó.

Mother (2009)

Snowpiercer (2013): Aunque tocada levemente en The host, Bong volvería al mundo de la fantasía como esta coproducción pensada para el público internacional, ya que estaba rodada en inglés y contaba con numerosas caras conocidas del mundo del cine. Ambientada en un futuro distópico donde los últimos habitantes de una Tierra congelada viven dentro de un tren con numerosos vagones, Bong aprovecha para narrar una historia de lucha de clases entre los habitantes de ese tren. Basada en un cómic francés publicado en los años 80, la película estaba protagonizada por Chris Evans, Ed Harris, John Hurt, Tilda Swinton y, por supuesto, el omnipresente Kang-ho Song, que a pesar de no hablar inglés, tiene uno de los papeles más carismáticos de la cinta. Si bien nos encontramos con otra de las cintas más irregulares de Bong, tuvo tal éxito que ha provocado que se lleve a cabo una adaptación a televisión, de próximo estreno.

Snowpiercer (2013)

Okja (2017): Encontramos en esta película una nueva mezcla de géneros, la primera en generar el debate de si una cinta directamente estrenada en una plataforma de internet, en este caso Netflix, debía competir en igualdad de condiciones con las películas estrenadas en una sala de proyección y que provocó que desde 2018, ninguna película solo estrenada en la plataforma dirigida por Ted Sarandos pueda, de momento, competir por la Palma de Oro. Nuevamente encontramos numerosos rostros conocidos (otra vez Tilda Swinton y también Jake Gyllenhall), además de otros actores surcoreanos, estando por tanto la película rodada tanto en coreano como en inglés. Nuevamente la mezcla de géneros no acaba de funcionar en esta fábula ecologista que nos cuenta la historia de una megacorporación que crea una especia de cerdos gigantes que servirán para aumentar la producción de carne y de cómo una niña surcoreana trata de salvar a Okja, el supercerdo que ha estado criando durante los últimos años.

Okja (2017)

Parásitos (2019): Y cerramos el círculo con la película con la que Bong ha tocado el cielo cinematográfico. Volviendo nuevamente a un estilo realista y a la mezcla de géneros marca de la casa, con grandes dosis de humor negro, crítica social y suspense, se nos narra aquí la historia de una familia que, para tratar de salir adelante, comienza con engaños y subterfugios a trabajar para una familia de clase alta. Nuevamente, como ya ocurriera en The host o en Mother, la trama familiar vuelve a cobrar un peso muy importante. A pesar de que anteriormente otra película extranjera ya había ganado el Óscar a Mejor película (en 2011 The artist, película francesa que, no obstante, contaba con numerosos artistas norteamericanos entre su elenco y que estaba ya creada de cara a poder competir en el mercado internacional), Parásitos cuenta con el mérito de haber triunfado en Europa (se llevó la Palma de Oro del Festival de Cannes) y en Estados Unidos (Óscar a mejor película, mejor director, mejor guion y mejor película internacional), siendo una película con actores desconocidos para el gran público y estando rodada en coreano. Bong vuelve a contar aquí con su actor fetiche Kang-ho Song, además de otras estrellas del cine de su país, que han convertido a Parásitos en la película surcoreana más vista de la historia.

Parásitos (2019)

Vemos cómo efectivamente la filmografía de Bong Joon-ho mezcla en reiteradas ocasiones la mezcla de géneros (no teniendo problema en usar un argumento de fantasía para narrar un drama al uso) y cómo suele centrarse en las relaciones familiares, especialmente en las relaciones entre los padres y sus hijos. Son ya varias las sorpresas que sus obras nos han deparado, y esperemos que esto no quede así. Ojalá no tarde mucho en volver a entregarnos otra de sus fábulas, con o sin humor negro, con o sin cerdos gigantes, con o sin Kang-ho Song (aunque en este caso preferimos que sea con, porque Song nunca falla). Seguro que el próximo trabajo de Song Joon-ho no nos vuelve a dejar indiferentes.

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