Tal como se comporta EE.UU. con los países que no se ajustan a sus dictados económicos, bien podríamos aplicar el oxímoron: “Pobres países ricos”. Lejos de ser una fuente de riqueza para los pueblos que tienen petróleo, gas, oro, coltan y otras materias primas necesarias para las industrias trasnacionales, estos productos se han convertido en altamente peligrosos.
Es bueno recordar la génesis de EE.UU. Una vez establecidas las 13 colonias llegadas de Inglaterra, en el este del norte de América, los sucesivos gobiernos de EE.UU. se expandieron hasta el Pacífico, aniquilando a los pueblos indígenas.
Después llegaron hasta al Sur usurpando gran parte de tierras mexicanas utilizando diversas patrañas; otras fueron compradas a Francia y España. Se consideraban gobiernos divinos y su mesianismo les llevó a dictar la doctrina Monroe, «América para los americanos» y el Destino Manifiesto «La nación americana está destinada a civilizar a los pueblos bárbaros». Qué fue La escuela de las Américas, sino un instrumento de permanente injerencia en los países americanos que no seguían sus directrices. Se sabe que no hubo golpes de Estado en América Latina que no contasen con el visto bueno del Departamento de Estado estadounidense.
El dios dinero moldea a pequeños y grandes villanos para engañar y crear desconcierto. Después de haber abortado e intervenido gobiernos democráticos en el resto del continente americano, ahora va a por Venezuela; en realidad lo llevan intentado hace mucho tiempo.
EE.UU. implanta guerras en otros territorios desde el comienzo de su fundación, recurriendo a colonos o mercenarios, envueltos en la falsa bandera de liberadores cuando deberían llevar la bandera negra con la efigie de la calavera pirata. Actualmente son capaces de invadir países, no sin antes poner una inmensa maquinaria propagandística, preñada de mentiras.
Si hace falta que a los invasores se les reciba con vítores y flores se contratan actores principales y los extras necesarios que den la suficiente cobertura mediática. El dios dinero moldea a pequeños y grandes villanos para engañar y crear desconcierto. Después de haber abortado e intervenido gobiernos democráticos en el resto del continente americano, ahora va a por Venezuela; en realidad lo llevan intentado hace mucho tiempo.
Consecuencias de una economía basada en la industria bélica
Al gobierno de EE.UU. y a sus acólitos no les basta con las víctimas de la guerra de Irak, ni con las de Siria, ni con haber convertido Libia en un mercado de esclavos. No le importa nada LAS CONSECUENCIAS de la radiactividad que dejó sembrada en Irak, unas sabidas y otras omitidas; poco se sabe de las impresionantes malformaciones genéticas producidas por la contaminación. EE. UU. lleva enriqueciendo uranio más de 60 años y dicho proceso ha producido multitud de toneladas de (U-38) al que llamamos uranio empobrecido. Dicho uranio se emplea en armamento y se cede gratis a las industrias nacionales e internacionales.
Investigadores tan importantes como Gina Mertens, Doug Rokke, Amad Hardan o Huda Ammash han descrito los perniciosos efectos del uranio empobrecido para la vida, alertando de las graves y múltiples dolencias humanas que origina: cánceres, tumores óseos, afecciones renales, terribles malformaciones genéticas en los embriones, cegueras, hidrocefalia, etc.
El doctor ha documentado los efectos en Irak desde 1991 a 2005. Para los próximos años predijo múltiples casos de afecciones oculares, así como malformaciones genéticas
Los científicos que alertaron sobre los casos que se estaban dando desde la guerra del Golfo, de una u otro forma, fueron eliminados, como es el caso de la doctora Huda Ammash, apodada doctora Antrax, investigadora internacionalmente conocida por sus estudios sobre el “Impacto de La polución de la guerra del Golfo en la propagación de enfermedades infecciosas en Irak; ella fue apresada después de la ocupación de Irak, acusada de participar en el desarrollo de armas de destrucción masivas (aquellas que no se encontraron). Su delito fue investigar las consecuencias de los bombardeos sobre el país desde la primera guerra del Golfo. Integrante de la Academia Islámica de Ciencia en 2001 (para más información, Boletín nº 157, de Armas contra la guerra).
El doctor Amad Hardan, científico iraquí, no tiene ninguna duda de que el considerable aumento de malformaciones y cánceres son producidas por las armas radiactivas. Ha dicho al respecto: “Los niños iraquíes con anomalías congénitas han sido estudiados genéticamente, mediante estudios cromosómicos, estudios de antecedentes genéticos y clínicos; historias familiares y obstétricas. Estos estudios internacionales han producido una amplia evidencia que demuestra que el uranio empobrecido tiene consecuencias desastrosas”. El doctor ha documentado los efectos en Irak desde 1991 a 2005. Para los próximos años predijo múltiples casos de afecciones oculares, así como malformaciones genéticas. “Nos costó dos años obtener pruebas concluyentes en Basora sobre lo qué hace el uranio empobrecido, pero ahora que sabemos qué buscar, el resultado es aterrador. Miles de niños iraquíes sufrirán durante años. Esto es lo que yo llamo terrorismo”.
Plutocracia vestida de democracia
Los gobiernos de EE.UU se han convertido en una gran empresa depredadora, donde la política es una mera comparsa del poder económico; “caiga quien caiga” es su máxima. Lástima que haya tantos cómplices esperando coger una parte del festín económico.
El economista, Paul Krugman, ganador del Premio Nobel de Economía, ha mencionada la palabra Plutocracia para referirse a ciertos gobiernos, entre ellos los de EE.UU. Marty Jezer, conocido activista estadounidense, afirmó en Money in Elections, publicación mensual de Washington Times, (agosto de 1996) lo siguiente: «El dinero es el mayor determinante de la influencia y del éxito político. El dinero determina qué candidatos estarán en condiciones de impulsar campañas efectivas e influencia, qué candidatos ganarán los puestos electivos. El dinero también determina los parámetros del debate público: qué cuestiones se pondrán sobre el tapete, en qué marco aparecerán y cómo se diseñará la legislación. El dinero permite que ricos y poderosos grupos de interés influencien las elecciones y dominen los procesos legislativos”.
El escritor fallecido José Saramago, el economista Manuel Bartlett o la profesora Alejandra Salas-Porras, entre otros, hablan de la existencia de plutocracias en numerosos países donde se sigue empleando el concepto “democracia”. La existencia de dicha tendencia suele manifestarse en la influencia de grupos empresariales y bancos en los partidos políticos. En realidad, las democracias neoliberales son parte integrante del sistema capitalista, donde solo los más poderosos mandan es un sistema desigual que facilita la explotación en todas sus vertientes.