Comenzamos una gran aventura para descubrir una de nuestras mayores riquezas culturales:
Alacena: La alacena es un hueco realizado en la pared en donde se instalan unas baldas para colocar, generalmente alimentos. Siempre recordaré la alacena que tenía mi familia en la casa del pueblo, realizado en el zaguán –otra hermosa palabra de origen árabe-, con sus puertas de madera con unas bellas aberturas para que el habitáculo estuviera aireado. Proviene del árabe hispano «alhazána», y este a su vez del árabe clásico «hizanah», originalmente “hazena o hazana”, que añadido el artículo «al» resultó “alhacena”, perdiendo con el uso la «h» inicial muda.
Alacet: Posiblemente si no estáis relacionados con la construcción no sabréis que significa. Alacet es el cimiento de una edificación. Proviene del aragonés alacez, que a su vez tiene su origen en la palabra andalusí alasás, que deriva del árabe clásico asás, que significa fundamento.
Alacrán: Pues el nombre de este peligroso “bichito” proviene del árabe hispano al’agráb, que a su vez deriva del árabe clásico ‘agrab.
Aladar: Todos vemos muy a menudo en los chavales un corte de pelo que hace que caiga un mechón sobre la sien; pues eso es un aladar. Viene del andalusí al‘adár, que tiene su origen en el árabe clásico ‘idār.
Aladroque: Es un pececillo de la familia del boquerón. En Murcia lo conocen muy bien. El nombre viene de árabe hispano al hatrúk que literalmente significa bocazas, por la gran boca que tiene este pez. Su origen primario es el árabe clásico hatr que viene a significar grosería.
Continuará….