El miedo

Una de las amenazas que afligen a las personas de nuestra sociedad actual es el MIEDO. El miedo produce una sensación de angustia provocada por un sentimiento que impulsa a creer que van a suceder hechos contrarios a lo que se desea, no es algo que tenga que basarse en parámetros reales, basta con que se imaginen. El miedo paraliza la autonomía del sujeto y le conduce a actuar en contra de sus reales intereses. Es la herramienta más utilizada actualmente por el Sistema político.

El miedo es en la actualidad primordialmente algo aprendido. El principal transmisor actual del miedo son los medios de comunicación de masas, propiedad mayoritariamente del capitalismo financiarizado, y constituyen su principal meta para imbuir a la población en la resignación y el temor al cambio.

Se predica la concepción del capitalismo como “patrimonio común de la Humanidad”, evitando que se puedan concebir otras vías y se logra que nadie se atreva a disentir de ello. En un pensamiento fuertemente religioso, carente de rigor racionalista o científico, se repite hasta la saciedad que es el único modelo posible y en el que forzosamente se ha de creer. Con ello la adaptación al Sistema, y por lo tanto su triunfo, está garantizada. Significa la profundización del atávico miedo a lo desconocido, tan usado por las religiones para la resignación y sumisión de los humanos. Los argumentos con las que se defiende el capitalismo son, básicamente, los mismos que se utilizan en la religión: la fe en el mensaje propagado sin que sea cuestionado por la razón, el feroz combate a todo argumento contrario al mismo quedando por lo tanto sentadas las bases para justificar su represión y si fuese necesario su exterminio. El miedo constituye, pues, el arma por excelencia de la dominación política y el control social.

Vivimos en la guerra de los miedos. Con ellos se combate eficazmente la no adaptación al Sistema y se convence del sufrimiento que se produciría de no creer en sus postulados y no cumplir con sus normas.

Nos encontramos en plena campaña de fomento del miedo cara a las elecciones que se acercan. Miedo a que nos convirtamos en Venezuela o en Cuba, países que no pertenecen a nuestros parámetros económicos (¿por qué no en Ecuador, Bolivia o Uruguay?, que tampoco son modelos validos para nuestro país), cuando los pasos económicos que vamos siguiendo son los de Grecia y los que los están dando son los que al mismo tiempo que nos amenazan con ello son, curiosamente los correligionarios de los causantes de la situación del país heleno. Los mismos pasos y el mismo camino conducen inexorablemente al mismo destino. Siguen el mismo guión preestablecido por el poderoso “mercado” el nuevo dios, opaco e indescifrable, de la religión capitalista mundializada.

Las fuerzas progresistas no pueden hacer suyo el discurso de la competitividad. Tampoco fomentar el explotar más a otros para que nos lleguen algunas migajas. Ese discurso está conduciendo al fomento de los nacionalismos, ¿Cómo si no explicar su increíble abundancia en la actualidad, siempre dentro de los mismos parámetros de reparto de la riqueza, y que constituyen una eficaz fuente de división y que únicamente terminan en un chovinismo insolidario que en ningún caso cuestiona el Sistema ya que forma parte del mismo?

El capitalismo no puede constituir una palanca de transición al socialismo, por mucho que socialdemócratas y terceras vías se empeñen en convencernos. ¿Y qué pasa además si la “izquierda” encima se autoetiqueta como socialdemócrata? Hay que explorar en la búsqueda de mecanismos democráticos para la apropiación colectiva de la producción y el excedente y proceder a un reparto más justo y equitativo. Esa es la verdadera meta y no seguir embistiendo ciegamente a los múltiples engaños que nos van poniendo delante, los señoritos se inspiran en el toreo, su fiesta nacional, para al final poder darnos la estocada final.

¿Realmente cual deben de ser los motivos de nuestro miedo, contra el que hemos de reaccionar para que podamos tener un futuro digno? Hay que dar paso al ser racional y empezar por algunas reflexiones:

– La expresión actual de la economía es la de la “fabrica mundial”

– Los planes globales no acaban de aplicarse nunca totalmente y de esta forma sus defensores justifican los mediocres resultados obtenidos. Le sirve además de justificación para seguir desregulando, liberalizando y profundizando en la ley de la selva, el que tenga más sobrevivirá a costa de los débiles.

– Las maquinas, o los robots, acaban siendo siempre más baratos que la fuerza del trabajo viva, ¿Cuál es pues el futuro de la mayoría?

– Frente a las desigualdades han inventado la solí-caridad en sustitución de la solidaridad. Esa es la función de muchos organismos por benéficos que nos puedan parecer.

– La realidad palpable es que en el actual sistema produce el aumento simultáneo del ingreso monetario per cápita y del número de pobres.

– La globalización actual supone el desarrollo desigual, la polarización, la exclusión…en suma la NO-GLOBALIZACIÓN.

– El 13 de agosto de 2015 se ha consumido la riqueza que se generará en todo el año, 6 días menos que el año pasado, todo lo demás será deuda de las generaciones futuras. ¿Es eso lo que les queremos dejarles a nuestros hijos?, ¿acaso somos unos vagos o es que esto no funciona correctamente? Y la población mundial sigue creciendo.

– El mantenimiento del Sistema requiere: leyes represivas, limitación en la libertad de prensa, expresión y manifestación y finalmente control total de la Justicia.

A estas consideraciones añadamos, específicamente para nuestro país las siguientes realidades.

– La cacareada recuperación económica está cimentada en la bajada de los tipos de interés (hasta el 0%), la bajada del precio del crudo (aunque es sabido que cada vez será más escaso y subirá) y el crecimiento desbocado de la Deuda (hasta 1,047 billones, un 40,84% más en la legislatura) que permite una financiación artificial. Estas circunstancias alivian los problemas específicos de la estructura económica española, por lo que causan mayor efecto positivo que en otros países. Motivos todos ajenos al actual Estado y cuando los demás se hayan fortalecido, mientras seguimos profundizando el pozo de nuestras deficiencias sin variar el modelo productivo, y cesen en esas políticas nos pillaran en un calamitoso estado y…entonces si seremos Grecia.

– ¿Pero si los recortes se hacían para pagar Deuda, hay más pobreza y debemos más, donde ha ido a parar lo escatimado? A un incremento del número de millonarios en un 40% y del IBEX-35, un 67% más ricos en la legislatura. Quitan a los pobres para dárselo a los ricos, así de simple.

– El actual Estado se ha comprometido, pasadas las elecciones en un recorte de 17.500 millones, ¿de dónde si además el déficit se verá incrementado por la bajada de los impuestos directos, más favorables para los que más ganan (un 15,56%)?, de salarios, pensiones (consumido 1/3 de la hucha en la legislatura), sanidad, educación…VIDA, ¿o no lo sabemos o no lo queremos saber por el miedo?

Hay que votar mirando nuestra cartera e intereses, eso  es lo que ellos hacen, y no con el miedo por las mentiras que cuentan. ¿o ya no sabemos contar ni con los dedos? SEREMOS LOS RESPONSABLES POR NUESTRA DESIDIA, ellos si trabajan en ello.

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