Como buenas lectoras del periódico Madrid 15M y de todas sus publicaciones, también queremos hacer balance tras un lustro de indignación desde aquella primavera de 2011.
Gracias al pensamiento colectivo que promueven las asambleas y grupos de trabajo “quincemayistas” nos hemos dado cuenta de esa inexistencia de una separación real de poderes entre Ejecutivo y Legislativo. Mucha gente ha despertado y ha abierto los ojos a la cruda realidad con este movimiento. El Parlamento parece no servir para mejorar nuestra sociedad y su convivencia, sino como espacio de confrontación entre quienes se disputan sillones y escaños en el Congreso, pero entre tanto, se hace política y se debate sobre aquello que más afecta a toda la ciudadanía en una plaza con multitud de personas dispuestas a cambiar el rumbo y el devenir de las cosas de manera activa y constructiva, sentadas en el duro y frío suelo y con una acústica en ocasiones lamentable, como son las circunstancias actuales.
A pesar de todo y contra todo pronóstico, el fin de semana ha coloreado la Plaza del 15M de nuevo. Ése es el nombre que se ha ganado la Puerta del Sol a través del apoyo mutuo, la constancia y la inclusividad de quienes han promovido tantos y tantos talleres, actuaciones, intervenciones de movimientos sociales en defensa de nuestros derechos en diferentes conflictos, concentraciones y manifestaciones a lo largo y ancho de estos cinco años.
En el movimiento 15M no se acepta la división entre sus pensadores y activistas, por decirlo de algún modo, o entre sus portavoces y sus bases. No se aceptan consignas preelaboradas ni que nadie dirija o piense por las demás.
Se ha criticado mucho la dispersión del 15M en la organización y toma de decisiones, la inconstancia y descoordinación en ocasiones y la incapacidad para elaborar algo más que eslóganes callejeros, por ello han presentado un texto, tanto en redes como en papel, que no sólo es participativo y enriquecedor, sino que aporta una reflexión de la realidad sociopolítica actual mucho más que recomendable para llegar a crear convergencias que definan un movimiento horizontal muy capaz de elaborar documentos complejos y de análisis como proyección del pensamiento colectivo que resumen estos cinco años de indignación, el descenso en la participación y sus posibles causas y un balance muy interesante que concluye con una propuesta de futuro en la que queremos profundizar para debatir los objetivos políticos y el modelo alternativo de sociedad al que aspiramos, uno que nos incluya y nos convenza a todas.
Se pueden mejorar las formas de organización, planificación y gestión de las acciones concretas o permanentes que se secunden o se propongan a las asambleas a través de los grupos de trabajo con una buena comunicación que promueva los principios fundamentales del pensamiento colectivo de 15M, que no tiene miedo a salir a la calle a pesar de todas las mordazas que pretenden imponerle, que sabe autogestionarse y tratar con gran rigor los temas que más afectan a día de hoy a gran parte de la ciudadanía a nivel mundial.
Nos incitan y nos provocan para mostramos insolidarios, inhumanos e hipócritas con las desgracias de nuestros semejantes en lugar de integrarlos y acogerlos, reconocernos y organizarnos. Y así nos va, creyendo que con una papeleta electoral en las urnas cada cuatro años cambiaremos el sistema mientras nos va fagocitando una por una. ¿Qué tal si Somos Más 15M que de ningún partido político y apelamos al sentido común? El devenir está en juego. #LaLuchaSinFronterasEsElUnicoCamino