¿Pero qué les pasa a los chicos?

Últimamente, veo cada vez más tensión entre chicos y chicas jóvenes, sobre todo en los institutos y en las redes sociales. Parece que estamos en una especie de guerra constante y absurda donde los chicos creen que el feminismo es un ataque contra ellos, y la mayoría de chicas estamos hartas de callarnos cosas que nuestras abuelas tuvieron que aguantar en silencio.

Lo que más me preocupa es cómo algunos chicos han pasado de simplemente quejarse del feminismo a apoyar ideas súper extremistas, hasta el punto de hacer pintadas con esvásticas o frases como «el fascismo también se respeta». ¿En qué momento defender derechos básicos se convirtió en algo «radical» y el fascismo o el franquismo en una especie de moda rebelde entre jóvenes?

Creo que lo que está pasando es que muchas chicas nos hemos dado cuenta de las desigualdades que siempre han existido y la gente aceptaba sin reprochar, y no estamos dispuestas a agachar la cabeza como generaciones anteriores. Antes, las mujeres tenían que aguantar maltratos, machismo y comentarios constantes porque no tenían o no veían una salida. Ahora, sí la tenemos. Nos apoyamos entre nosotras, hablamos de lo que nos pasa y sabemos que tenemos derechos que antes nos negaban. Pero claro, este cambio no parece gustarle a todo el mundo.

Muchos chicos sienten que el feminismo los ataca, como si la lucha por la igualdad significara que ahora ellos son los enemigos y van a perder sus derechos. En vez de informarse o intentar entender de dónde viene todo esto, se refugian en discursos que les dicen lo que ellos quieren escuchar, que ellos son las víctimas y que el verdadero problema es el feminismo. De repente, ser machista ya no es algo mal visto entre ellos, sino que lo convierten en lo “guay”, y desafiar el feminismo es lo valiente. Es triste, pero no me sorprende.

La verdad es que muchos chicos están perdidos. Han crecido con la idea de que ser hombre significaba tener el control, la iniciativa y, sobre todo, no mostrarse débiles nunca. Ahora, eso está cambiando y, en vez de adaptarse y verlo como un avance, se sienten atacados. Así que buscan culpables y se aferran a discursos que les reafirman que ellos son las verdaderas víctimas. Así es como los adolescentes pasan a dibujar esvásticas en los baños del instituto o dicen que el feminismo es lo peor.

Pero el feminismo no está en contra de los hombres. No queremos que los chicos tengan menos derechos, queremos que todas las personas tengan los mismos. No es nuestra culpa que el sistema antes favoreciera a los hombres y que ahora se esté igualando. No estamos quitándoles nada, simplemente estamos dejando de conformarnos con menos.

Lo que realmente necesitamos es educación, aprender a ver más allá de los discursos de odio y entender que la lucha feminista no va en contra de los hombres, sino contra la desigualdad. El problema es que algunos están tan cegados por el miedo a perder privilegios que prefieren abrazar el machismo antes que cuestionarlo. Y lo peor es que, si seguimos así, esta polarización solo va a ir a peor.

Alba García Reales
Alba García Reales
Estudiante de 2º Bachillerato.

Artículos del autor

Visita nuestras redes

Verificado por MonsterInsights