En un reciente estudio mediante modelos, publicado en la revista Nature (S., Nicholls, Z., Hoffmann, R. et al.) (1), vinculando la desigualdad de emisiones durante el período 1990-2020, se concluye que dos tercios del calentamiento son atribuibles al 10% más rico (2), lo que significa que las contribuciones individuales son de 6,5 veces la contribución per cápita media. Para eventos extremos, el 10% superior contribuyó 7 veces el promedio a aumentos en los extremos de calor mensuales de 1 en cada 100 años a nivel mundial y 6 veces más a las sequías en la Amazonía. Si hablamos del 1% más rico, una quinta parte del calentamiento se les puede atribuir a ellos, cuyas contribuciones individuales serían del orden de 20 veces la contribución per cápita media, para eventos extremos la contribución superaría en 26 veces el promedio en aumentos extremos de temperatura (de 1 de cada 100 años), y 17 veces más las sequías del Amazonas.
La importancia de este estudio (y el motivo por el cuál se debe continuar en estas líneas de investigación) no es tanto por lo sorprendente, es sobre todo, porque de nuevo se sitúa en el centro del problema la tristemente olvidada lucha de clases (olvidada por la clase perdedora, al menos).
Ahora mas que nunca se reafirma la importancia de erradicar a la burguesía, que no solo parasita los medios de producción e impone los beneficios espurios de una minoría sobre las necesidades de la inmensa mayoría, en el actual contexto, además, la mera existencia de esta clase parásita supone un peligro de niveles civilizatorios, porque está claro que sus beneficios son un factor de primer orden en el problema del Cambio Climático (y no van a renunciar a sus hábitos y niveles de vida por amor al prójimo, ni de forma voluntaria, no seamos ingenuos).
No es suficiente con los actuales proyectos de transición energética (y no, la financiación privada no va a volcar sus recursos en descubrir ese milagro tecnológico que nos salve, ellos están para repartirse dividendos), la clase trabajadora necesitamos un rearme ideológico urgente. Entre las medidas para mitigar el cambio climático se debe colocar en el horizonte la meta de superar el conflicto de clases mediante la supresión de la burguesía, recuperar los medios de producción, y terminar con el insaciable síndrome de abstinencia del “crecimiento económico” capitalista, a todas luces insostenible. Necesitamos reforzar la acción sindical, así como recuperar las calles, sin olvidar la acción política, es mucho lo que se juegan nuestros descendientes.

La acción también es formación e información, los medios masivos de (des)información se ocupan de distraernos, fragmentarnos, enfrentarnos, de que seamos incapaces de encontrar aliados naturales incluso dentro de la clase política. Nada mejor que un ejemplo para ilustrar lo dicho:
El pasado 14 de mayo se presentó una PNL para la “(…)creación de un nuevo impuesto que grave las emisiones ocasionadas por el uso de medios de transporte de lujo, en concreto los vuelos en jets privados y viajes en yates de lujo, con el objetivo de disminuir el impacto ambiental que provoca su uso abusivo y financiar el coste de medidas de democratización del transporte como el billete único, y la mejora de la red ferroviaria.(…)”, un impuesto muy vinculado a paliar en parte el problema evidenciado por el estudio académico con el que he comenzado estas líneas, y ni siquiera algo radical ni rompedor, algo tan liberal como tomar medidas impositivas. A pesar de lo cuál la PNL fue tumbada por una abrumadora mayoría (3).

Es en este momento donde me parece enormemente importante saber quién votó qué, así que ilustremos las lealtades de cada uno de los grupos del Congreso de los Diputados:
En favor de aprobar este nuevo impuesto para gravar los viajecitos de placer de jets y yates privados se posicionaron: SUMAR, Grupo Parlamentario Republicano, EH Bildu y la mayoría del Grupo Mixto.
Quienes se abstuvieron (¿¡es que nadie se acuerda de los super ricos!?) fueron Junts y PNV.
Y para sorpresa de nadie, quienes se opusieron a los intereses generales y a la lucha contra el Cambio Climático, demostrando a quien deben lealtad y pleitesía tenemos a VOX (por supuesto, negacionistas, anti-ciencia, conspiranoicos y con un Dunning-Kruger que no les entra en el cuerpo), el Partido Popular y El PSOE (que por fin encuentran en algo en que ponerse de acuerdo, lo malo es que siempre se ponen de acuerdo contra los mismos).
Así que no es tan difícil identificar lealtades: no es lo que dices, es lo que haces, y, por supuesto, por qué lo haces. Conque manos a la obra y a por ello.
(1) https://www.nature.com/articles/s41558-025-02325-x
(2) https://climatica.coop/10-mas-rico-causado-dos-tercios-calentamiento-global-1990/?tztc=2