Los anglicismos que nos invaden

España es un país privilegiado en cuestiones lingüísticas al poder disfrutar de cuatro lenguas propias: castellano, catalán, euskera y gallego. Pues bien, a pesar de esta riqueza, cada vez nos empeñamos más en utilizar palabras de otros idiomas, sobre todo del inglés. Idioma, por cierto, que tiene la riqueza de nuestro lenguaje y mucho menos una gramática tan completa como las nuestras.

De esta forma cada vez escuchamos más términos en inglés que podían ser sustituidos perfectamente por palabras en cualquiera de nuestras cuatro lenguas. Algunas de estas utilizaciones rozan la verdadera idiotez, más cuando las oyes en personas que luego envían sus mensajes escritos con más faltas de ortografía que si los hubiera escrito un pingüino borracho.

Veamos algunos ejemplos de esta estupidez anglosajona que nos invade. Ahora escuchamos mucho la frase, “mi coach”; es decir mi entrenador, que hemos dicho toda la vida. Pero al parece decir coach es como hacerse el importante: “tú, como eres un mindundi tienes entrenador, pero yo como soy muy “fisno” tengo coach. Realmente lo que tienes es una “guantá con la mano abierta”, como decimos en mi tierra.

Ahora cuando ves a alguien vestido con ropa deportiva y le preguntas que deporte practica, te contesta: hago running, te dan ganas de contestarle: lo que haces es el imbécil, porque a eso se le ha llamado correr toda la puñetera vida.

Otras tantas palabras podrían sustituirse por cualquiera de nuestras cuatro lenguas, y pareceríamos bastante más normalitos, menos “modelnos”, eso sí. Ya no hacemos gimnasia, hacemos aerobic; si comentamos que hemos ido a que nos estiren los pellejos, decimos que nos han hecho un lifting; y si criticamos la dieta alimenticia del personal, no decimos que comen basura, sino que decimos fast food.

Los medios de comunicación, más penosos cada día, también ayudan a esta colonización anglosajona de nuestra lengua. Para decir que una noticia es falsa, hablan de fake news; el inicio de las rebajas de invierno lo definen como black Friday. Olvidando los verdaderos viernes negros que ha habido en la historia; por ejemplo: la matanza de civiles en Irán el 8 de septiembre de 1978; la represión brutal ejercida en Panamá el 10 de julio de 1987, o la grave crisis económica, social y política que se inició en Argentina el 19 de diciembre de 2001.

Y a uno, que tiene como una de sus frases de cabecera un patriota, un idiota, alguna vez le pide el cuerpo gritar eso de “Gibraltar español”. Por favor volvamos a ser nosotros mismos y no una mala imitación de otras naciones. Utilicemos nuestras hermosas lenguas: gracias, gràcies, grazas, eskerrik asko.

José Luis Garrot Garrot
José Luis Garrot Garrothttps://asambleadigital.es
Historiador y arabista. Profesor de la UCM

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