EL Salvador «Historia de una desilusión» Parte VIII: Estructura política en la Guerra Civil

 ESTRUCTURA DE LA IZQUIERDA SALVADOREÑA

La década de los setenta se caracteriza por la polarización de la sociedad salvadoreña, manifestada en el enfrentamiento armado entre dos ejércitos. En este periodo, la oposición a las fuerzas gubernamentales tuvo que partir de cero en la aglutinación de fuerzas militares y de ciertas fuerzas políticas y sociales, las cuales debieron salir del amplio y diverso abanico de intereses que conformaba la oposición política y económica al Gobierno en ese momento.

Al comienzo de este periodo surgió la primera organización político militar: Las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí (FPL), fundada el 1 de abril de 1970. Sus fundadores pertenecían al Partido Comunista de El Salvador (PCS), del que escindieron por divergencias políticas. Propugnan una revolución salvadoreña, antioligárquica, anticapitalista, antiimperialista y defienden la estrategia maoísta de la «guerra prolongada».

En 1971 fue fundado el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) por la fusión de militantes del PCS, de la democracia cristiana y de la pequeña burguesía. El ERP era considerado como la organización más militarista del FMLN y propugnan una estrategia «insurreccional» para la toma del poder. A este grupo perteneció el poeta Roque Dalton.

En 1973-74 fue fraguando una escisión de ERP de aquellos que propugnaban una lucha política de masas frente a la estrategia militar del grupo. Esta fracción es conocida como Resistencia Nacional (RN). Sus miembros eran cristianos, razón por la que RN fue de las primeras organizaciones en colaborar con la iglesia católica. En 1975, a iniciativa del RN, nacieron las Fuerzas Armadas de Resistencia Nacional (FARN). Estas querían canalizar el descontento popular hacia una «ofensiva general» que combinara huelga general, insurrecciones locales y guerra revolucionaria.

El Partido Revolucionario de los trabajadores centroamericanos nació en 1976 (PRTC). Al principio en este grupo colaboraban hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, pero la necesidad de la lucha político-militar impuso la separación. En El Salvador la mayoría de sus integrantes pertenecían al ERP. En 1979 el PRTC creó un frente de masas denominado Movimiento de Liberación Popular (MLP), así como una estructura militar: las fuerzas revolucionarias de liberación popular (FAR-LP).

Estas cinco organizaciones participaron durante la década de los 70 en la lucha política a través de los llamados Frentes Populares.

En 1975 se creó el Bloque Popular Revolucionario (BPR), ligado a las FPL; en 1975 surgieron también las Ligas Populares 28 de Febrero (LP-28), dependientes de ERP; en 1974 se fundó el Frente de Acción Unificada (FAPU) vinculado a las FARN; en 1979 se fundó el movimiento de Liberación Popular (MPL) como un frente de masas del PRTC. El papel de frente político de las FAL pasó a ser desempegado por el Partido Unión Democrática Nacionalista (UDN) formado en 1970 por el Partido Comunista como vehículo para su participación electoral.

A partir del Golpe de 1979 y el sustancial incremento de la movilidad y represión popular, la izquierda salvadoreña entró en un acelerado proceso de unidad. Así, el 11 de enero de 1980, en un acto publico realizado en la Universidad de El Salvador, el BPR, FAPU, UDN y las ligas populares anuncian la formación de la Unidad Revolucionaria, que pasaría a llamarse Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM).

En 1980 se crea el Frente Democrático Revolucionario (FDR) tras la muerte del arzobispo Romero. El FDR, además de la CRM, estaba constituido por diversas fuerzas sociales democráticas y progresistas. Como miembros observadores estaban la UCA y la Federación Nacional de la pequeña empresa (FENAPES).

El 22 de mayo de 1980 se anuncia la unificación del mando militar revolucionario de las FPL, PCS, ERP y FARN en la denominada Dirección Unificada de las Organizaciones político-Militares (DRU), el germen de lo que posteriormente se transformará, en octubre de ese año, con la incorporación de el PRTC, en la Comandancia General del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). A fines de 1980 se anuncia la integración de una alianza del FMLN y el FDR con miras a la toma del poder por la vía político-militar para el establecimiento de un gobierno democrático revolucionario.

El FMLN inició en 1984 una ofensiva diplomática a nivel mundial que le grangeó la simpatía y el reconocimiento internacional como fuerza beligerante. Este fortalecimiento le permitió presionar al gobierno, al ejército y a EE. UU. para entrar a un proceso de diálogo-negociación, que, bajo los auspicios de la ONU, culmina favorablemente el 16 de enero de 1992, con la firma de los acuerdos de paz definitivos en México (Chapultepec).

 ESTRUCTURA DE LA CLASE DOMINANTE

Esta clase dominante está formada por propietarios de grandes empresas que controlan el comercio, la industria, los servicios y el sistema financiero, así como la agricultura capitalista y las actividades de exportación. Estos empresarios pueden estar ligados a las familias oligárquicas o no. Controlan todo el excedente.

Los intereses de este grupo se expresaban corporativamente a través de la poderosa Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP). En la ANEP coexistían dos grupos de intereses económicos contrarios a corto plazo.

En el primer grupo estaban los grupos empresariales tradicionales, vinculados a la producción y exportación de café, caña de azúcar y el algodón. Se oponen a la modernización del Sistema Capitalista, quieren una vuelta al pasado (antes de 1980).

En el segundo grupo están los grupos empresariales ligados al capital financiero y comercial, así como las exportaciones no tradicionales. Tienen fuertes vínculos con el capital extranjero. La principal organización era corporación de exportadores de El Salvador (COEXPORT).

Los intereses económicos de la clase dominante salvadoreña se expresan políticamente en el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), fundado en 1980 como respuesta al proyecto reformista de la Democracia Cristiana auspiciado por los EE.UU. . Al principio ARENA defendía los intereses de las oligarquías, pero luego aparecieron dos vertientes: la progresista y la retrógrada.

Los militares, auténticos protectores del sistema mediante la represión, tendrán un capítulo aparte.

Francisco Javier García Martínez
Francisco Javier García Martínezhttps://asambleadigital.es
Licenciado en Historia. Técnico superior en electromedicina. Activista, defensor de los DDHH y la justicia social

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