Las Brigadas Internacionales. Parte 1: Antecedentes

En homenaje a los que dieron su vida por nuestra libertad


Sin duda alguna, el movimiento solidario que representan las Brigadas Internacionales, son el mayor hito de heroísmo y generosidad que se ha dado en el mundo en defensa de la libertad, el progreso social y en frenar al fascismo. Empezamos esta serie sobre la historia de miles de hombres y mujeres que se dejaron la vida por defender a una joven república democrática

Antes de crearse formalmente las BB.II. (a finales de octubre de 1936) se formaron de manera improvisada una serie de unidades con los primeros voluntarios que lucharon desde el mismo 18 de julio.

 La Olimpiada Popular

En julio de 1936 se notaba en Barcelona una mayor presencia de rostros extranjeros. Por muchos rincones de la ciudad se podían ver numerosos carteles que anuncian un curioso evento deportivo al que se llamará «Olimpiada Popular», «Semana Popular de Deportes y de Folklore», «Olimpiada Roja » o incluso la «Espartaquiada».

Cartel de las Olimpiadas Populares de Barcelona

Deportistas de las olimpiadas con mensajes comprometidos con la justicia social

Los deportistas que van a intervenir en ella no son atletas normales, a su llegada a la estación o al puerto saludan con el puño en alto. Son los atletas populares, que, venidos de todas las partes del mundo, van a tomar parte en una especie de «contra-juegos» que tratarán de oscurecer ante el mundo los Juegos Olímpicos que van a celebrarse en el Berlín de Adolf Hitler.

Este simple acontecimiento «deportivo» no tendría la mínima importancia si no fuera porque estos primeros atletas, que fueron sorprendidos por los acontecimientos del 18 de Julio, formarán los primeros voluntarios extranjeros en las milicias republicanas.

Destacaban sobre todo alemanes, italianos y polacos antifascistas, exilados o escondidos de los regímenes autoritarios de sus países. Muchos de los cuales vivían refugiados en España. Para comprender el ambiente de estos días en la ciudad condal creo que es significativo reseñar el titular de La Vanguardia del 24 de julio: «Es tal el entusiasmo que la causa republicana ha despertado en estos atletas, que muchos de ellos se han alistado en las milicias populares, saliendo para Zaragoza y otros puntos«. Cabe destacar al atleta llamado Mechter, austriaco, que fue el primer extranjero muerto en nuestra guerra el 19 de julio en el asalto al Cuartel de Atarazanas.

Así pues, la inauguración de la Olimpiada Popular, prevista para el 19 de julio, fue sustituida por una lucha callejera. La competición fue suspendida y durante la semana siguiente fueron saliendo casi todos los que podían volver a sus países. Nadie pensaba en una guerra de tres años, pero sí en una posible Revolución, lo que hizo que, sobre todo los exiliados y estudiantes de izquierdas (muchos latinoamericanos), fueran los primeros voluntarios conocidos.

Los Primeros Contingentes Extranjeros: «Las Centurias y Columnas»

A estos últimos se fueron uniendo pequeños grupos que, al calor del eco mundial de solidaridad con la República Española, se decidieron a cruzar la frontera de inmediato para evitar la expansión del fascismo. Es de destacar que, en estos primeros días de agosto, y con los medios que había entonces, los primeros voluntarios que acudieron provenían sobre todo de Francia, donde estaban establecidos miles de exiliados de todos los países europeos sometidos al fascismo y nazismo.

Solían salir de la estación parisina de Austerlitz hasta la frontera catalana. Desde Puigcerdà se dirigían posteriormente a Barcelona. Se puede decir que estos fueron los primeros voluntarios internacionales. Desde el primer momento ya se impuso una nomenclatura, para las unidades militares, referida casi siempre a militantes destacados izquierdistas de cada país.

Para tener cierta eficiencia y mejor comunicación, se agruparon en unidades por nacionalidades o lenguas habladas, aunque en general y en la práctica siempre terminaban siendo mixtas. Estas unidades se agregaban a las columnas o batallones locales, según sus afinidades ideológicas (socialistas, comunistas, anarquistas o troskistas).

Parece segura la formación de dos contingentes germanos que parten hacia el frente de Aragón con el resto de las milicias populares. El primero, muy exiguo, parte hacia el 23 de julio; el otro, más numeroso, es dirigido por Hans Beimler, antiguo diputado del Reichstag. Más tarde ambas se fusionarán en la Centuria Thaelmann, nombre puesto en honor del político y revolucionario comunista que en ese momento estaba encarcelado por Hitler, y a la que se incorporará el novelista Arnold Vieth von Golssenau, más conocido por «Luiding Renn«.

Miliciano alemán de la Columna Thaelmann

Agrupación de la Thaelmann antes de salir al frente

En Barcelona se formarán rápidamente tres grupos italianos. Uno, reducido, sale con una de las primeras columnas catalanas al frente de Aragón. De los otros dos, una formará la centuria Giustizia e Libertà,  nombrada así en honor al movimiento de italianos exiliados en Francia. Ya en septiembre se crea la centuria Gastone Sozzi.

Bandera de la Columna

Los húngaros estarán bajo la inspiración evocadora del revolucionario Rakosi, los ingleses crearán la Tom Mann, en honor al sindicalista y político británico.

Voluntarios británicos de la columna Tom Mann

Bandera de la columna Rakosi

Mientras que un conjunto de eslavos, en donde destacaban los obreros y exiliados polacos que trabajaban en Francia y Bélgica, crearon la unidad de ametralladoras Dombrowski, en recuerdo del general polaco de la Comuna de París. Precisamente se integrará en la Centuria Comuna de París.

Bandera de los primeros voluntarios polacos

Militarmente estos grupos carecían de verdadera trascendencia para la guerra en campo abierto, a excepción de la Thaelmann, que se caracterizó por su disciplina. Salvando algunos voluntarios con formación militar, la mayoría era la primera vez que disparaban.

Al acabar el verano de 1936 pululaban a todo lo largo del frente aragonés, y en las más diversas columnas. Pero quizás fuesen las formadas por los sociales comunistas de las J.S.U.C (Juventud socialista unificada de Cataluña) y el P.O.U.M. (reducto Trotskista) las que reunían más extranjeros, aunque de una forma poco eficiente.

También la C.N.T. y F.A.I. tenían sus propios voluntarios, los cuales luego no se integrarán en las BB. II. (al igual que los voluntarios del P.O.U.M.) Casi todos se alistaron en el Batallón Malatesta o Batallón de la Muerte, formado por italianos refugiados en Francia y que, al desfilar por Barcelona causaron una fuerte impresión por su magnífica uniformidad. Sin embargo, el batallón quedó aniquilado en Huesca.

Medalla y galones del Batallón Malatesta

Voluntarios italianos en el Batallón de la muerte

Pero no todos los primeros voluntarios internacionales estuvieron en el frente de Aragón. Así, cuando las columnas navarras del general Mola tratan de llegar a Irún para cortar la frontera, y dejar aislada por tierra a la República por el norte, chocaron con alguna resistencia que intentaron retrasar el avance. Dolores Ibárruri habla de «un pequeño grupo de comunistas franceses, belgas e italianos, abanderados de la solidaridad internacional«, al parecer al mando de «Papá» Allemand. Eran los franceses y belgas agrupados alrededor del nombre simbólico de Commune de Paris, o simplemente Paris.

Voluntarios franceses

Muchos también lucharon evitando el avance franquista hacia Madrid por La Mancha, adscritos en los batallones y columnas madrileños, como el Quinto Regimiento. La figura extranjera más destacada en el verano del 36 es la del italiano Fernando de Rosa, jefe del batallón socialista Octubre. En septiembre las centurias Gastone Sozzi y Commune de Paris son enviadas para reforzar las líneas defensivas republicanas. Destacaron en el frente de Talavera, Toledo y San Vicente.

También quedó registrada la presencia de voluntarios extranjeros en el desembarco de capitán Bayo en Mallorca, a través de la centuria Tchapaiev.

Es destacable también el grandísimo esfuerzo del famoso novelista y artista André Malraux, que en poco tiempo organizó y puso operativa la “Escuadrilla España”, con aviadores internacionales de todas las partes del mundo que dieron a la República una grandísima ayuda en el control de los cielos. Sin embargo, esta cuadrilla no dependerá nunca de las BB.II., sino directamente del Ministerio del Aire del Ejército Popular.

Escuadrilla España o Malraux

A finales de octubre la presión del ejército franquista sobre Madrid, y el desorden generalizado, hizo imprescindible la reorganización de los cada vez más numerosos voluntarios que eran reclutados por el Partido Comunista Francés, que era el encargado de organizar y gestionar la partida y entrada en España ante las dificultades que impuso el “Comité de No intervención”.

El 23 de octubre se crea la División Orgánica, con sede en Albacete, en lo que se podría considerar como el origen real de las Brigadas Internacionales.

En el siguiente capítulo conoceremos sus inicios

Francisco Javier García Martínez
Francisco Javier García Martínezhttps://asambleadigital.es
Licenciado en Historia. Técnico superior en electromedicina. Activista, defensor de los DDHH y la justicia social

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