Los neofascistas en la política española actual

La pronta exhumación del cadáver de Franco –uno de los mayores genocidas de la historia- ha provocado que se levanten caretas, y que todos los ciudadanos podamos darnos cuenta de que muchos políticos de la actualidad, que se suelen esconder tras eufemismos como liberales, centristas, etc., no son sino nuevos franquistas o si se quiere neofascistas

Y esto es bueno, porque de esta manera todo ciudadano que se tenga por una persona medianamente decente se lo pensará muy mucho antes de otorgarles su voto en las próximas elecciones. Para que no se crea algún lector que exagero y que padezco de algún tipo de neurosis, recordaré las frases de algunos políticos hace muy pocos días.

La individua que gobierna la comunidad de Madrid, doña Isabel Díaz Ayuso, no tuvo reparo en decir en el parlamento madrileño – contestando a una interpelación de la portavoz de Vox, otra que tal baila, Rocío Monasterio, pidiendo que el gobierno de la Comunidad impidiera la exhumación del dictador- Me espanta la Ley de Memoria Histórica, rematando con Tras la exhumación de Franco ¿Qué será lo siguiente? ¿La cruz del valle? ¿Todo el valle? ¿Parroquias de barrio arderán como en el 36? El adjetivo más suave que se me ocurre es deleznable.

Esta individua –cuyo cociente intelectual estoy seguro está en números negativos- intenta «justificarse» al día siguiente diciendo que era una figura retórica llevada al extremo. Es tan sumamente inepta que posiblemente no tenga ni idea de lo que significa retórica, e intente hacer pasar por espontáneo algo que estaba leyendo –estoy convencido de que su intelecto no le da para hilvanar toda esa frase sin apuntes.

Pero también su «mano derecha» y vicepresidente, Ignacio Aguado, acabó de rematar la faena con otra frase provocadora de vómitos en cualquier bien nacido: Este Gobierno regional hará lo posible para que las parroquias no vuelvan a arder. De si también hará lo posible por evitar que miles de españoles sean arrojados a las cunetas tras ser vilmente asesinados no dijo ni pío. Y no me vale que al día siguiente dijera, con la boca pequeña, y posiblemente porque ante la desbandada que está sufriendo su partido, que igual se había equivocado.

Y llegamos al tercero, este ni neo ni nada, Javier Ortega Smith que afirmó en RTVE que Las Trece Rosas eran mujeres que torturaban, mataban y violaban vilmente. Y contra este espécimen, muestra de los peores instintos del ser humano, seguro que no va a interponer ninguna querella ningún fiscal de esos que rápidamente se querellan si quieres hacer una procesión del coño insumiso. Por poner un ejemplo podría ser perfectamente por incitar al odio, por injurias, y en definitiva por ser una persona éticamente  deleznable.

Y esto es un ejemplo, se podrían poner muchos más, de que el franquismo y/o el fascismo no solo no se ha ido de nuestro país, sino que vuelve a tener una presencia y un poder que muchos habrían pensado que se había acabado con la «maravillosa Transición».

José Luis Garrot Garrot
José Luis Garrot Garrothttps://asambleadigital.es
Historiador y arabista. Profesor de la UCM

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