No mires arriba, ni a ningún lado, no sea que percibas la realidad evidente

El panorama social e intelectual de una parte de la sociedad española está llegando a unos niveles de ridiculez, insensatez y mediocridad que superan la barrera de la más mínima lógica y sentido común.

La última “polémica” sobre las macro granjas es un gran indicativo de este escaso nivel moral, ético y comprometido con la justicia social de muchísimos de nuestros vecinos y familiares.

El caldo de cultivo es evidente, todos los días nos levantamos con supuestos problemas, declaraciones, conflictos políticos, vestimentas, miradas o mil estupideces más que los medios de comunicación de masas alimentan para subir audiencias (supuestamente) a costa de las noticias reales o de interés público (como el desmantelamiento de la sanidad pública). Los debates se centran en temas banales, o peor todavía, en una continua lucha por desmontar bulos sin sentido pero que desesperan a cualquier persona que valore la ciencia, el diálogo constructivo y el sentido común. Y todo muy bien aderezado con interminables anuncios de compañías de seguridad que te garantizan que no te entren okupas cuando vas a por el pan; y de seguros médicos milagrosos, “baratos” y que te arreglan el problema de las colas en los Centros de Salud de un plumazo. Y os aseguro que no es casualidad.

La ultraderecha y derechona se han lanzado sin complejos al modelo trumpista de inundar de bulos y manipulaciones el entorno (de la mano de un periodismo basura y sin complejos) para poder llevar a la opinión pública a donde ellos quieren llegar: el supuesto caos que vivimos por estar gobernados por comunistas-feminazis-bilduetarras-bolivarianos-pederestas-dictadoresclimáticos que va a llevar a España al infierno, y de paso ocultar todas sus propias tramas de corrupción o irregularidades. Hay que recordar que la derecha española debe ser la única europea que piensa que tienen que gobernar y controlar los resortes del poder sí o sí, pues su país es suyo y de nadie más, que para eso ganaron una guerra.

En pocos días hemos sido testigos de una infinidad de estupideces sin sentido. Hemos visto como se manipulan unas palabras del ministro Garzón por intereses electorales y de ruido mediático continuo como forma de desestabilizar el país, a la vez que se descosían para borrar corriendo los mismos twists y comentarios de sus propios partidos diciendo exactamente lo mismo que lo que critican (incluyendo a varios esperpentos de barones socialistas). Todo ello sobre un tema muy importante y que antes o después habrá que abordar como es la sostenibilidad y viabilidad del campo. Recordemos que hace 3 años se dijo algo parecido del Mar Menor y también se echaron encima de la gente que quería acabar con los residuos, y también fueron tildados de querer acabar con el “huerto murciano”, todo el mundo sabe cómo acabó el Mar Menor ¿verdad?

Hemos sido testigos también de cómo la señora innombrable intenta boicotear los fondos europeos por 9 millones de euros (a repartir entre cuatro en proyectos de innovación laboral), cuando su comunidad ha tenido que “regalar” 30 millones a una concesionaria de hospitales por una malísima gestión, pero lo importante son los 9 millones.

No todo es política, sorprendentemente se ha estado dando un tiempo de oro (como todo en televisión) a las supuestas previsiones de otra Filomena por los “supuestos” conocimientos de un chaval que acertó el año pasado de pura coña utilizando un método acientífico llamado las cabañuelas. Pues bien, a pesar de que los meteorólogos (científicos) se vieron obligados por sus empresas a hacer referencia a esta estupidez intentando desmontar tanta chorrada, no he parado de oír en toda la semana por gente de mi alrededor de que iba a llegar otra Filomena porque “lo habían dicho”.

Las consecuencias de que cada vez más gente ya solo se informe de bulos y manipulaciones burdas es estremecedor. De una sociedad idiotizada, miedosa y polarizada de odio irracional solo puede llevarnos a que aparezcan monstruos que antes o después llamarán a nuestras puertas como salvadores, y masas atontadas que pedirán la libertad de ser convertidos en pura estupidez humana para mayor gloria de los grandes poderes económicos y autoritarios gobiernos que nos harán retroceder en todos los derechos conseguidos durante décadas.

El caso es que es fácil desmontarlos, y de hecho ellos mismos son conscientes de que les manipulan y mienten, pero les da igual si eso trae consigo que los “suyos” estén donde les corresponde. Parodiando a la recientemente popular película de streaming se podría decir que no mires a la verdad, por si acaso te la crees.

Francisco Javier García Martínez
Francisco Javier García Martínezhttps://asambleadigital.es
Licenciado en Historia. Técnico superior en electromedicina. Activista, defensor de los DDHH y la justicia social

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